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ESPEJOS AL FINAL DEL LABERINTO

ESPEJOS AL FINAL DEL LABERINTO             El libro Acido había sido un éxito mundial y ahora era un escritor famoso. Me habían invitado a un programa de show televisivo, de esos que son estúpidos, muy estúpidos. Estaba yo allí sentado, tirado en el sillón mirando a los bailarines que practicaban lo que en un rato harían en vivo. Los hombres usaban pantalones muy ajustados y sus remeras dejaban ver las formas perfectas de sus músculos. Las jóvenes usaban polleras muy cortas que dejaban ver sus nalgas cuando giraban y sus escotes los enormes senos de silicona barata. Saltaban, daban vueltas, se movían como aves en un acto pre sexual. Hacía poco que había sacado mi libro y tuvo tanta venta y aceptación que ahora era un reconocido escritor en el mundo entero. Saqué un habano y lo encendí, tiré el humo sobre los cuerpos de los bailarines y perdieron el ritmo sacudiendo los brazos y tosiendo. El que los dirigía se enojó con ellos. Me miró y me pidió que apagara el habano. Era afeminado y

LA BUENA SUERTE

La buena suerte             ―Voy a agarrar la escopeta y los voy a matar a todos. Si. No me mires así. No me mires así te dije. Voy a salir y los voy a matar a todos. Este mundo me tiene podrida, puro luchar y luchar, laburar y laburar. Ya estoy podrida ¿Entendes? ¿No entendes vos que estoy podrida de pelear y pelear todos los malditos días? ¿Adónde la pusiste? ¿Adónde? ¡Decime dale decime!             ―Pero escúchame negra, por favor, siempre igual vos. Estamos acá tranquilitos, acostaditos, mirando la nueva película de Moure donde yo aparezco en una escena y ya empezas de vuelta. Ves que no se puede contigo, aparte haber, usa la cabeza un poco, la escopeta lleva un solo cartucho. ¿Cómo vas a hacer para matar a todo el mundo con un solo cartucho? Hay millones y millones de gente en el mundo. ¿Entendes? Sos vos la que no entiende las cosas.             ― ¡Disparo y vuelvo a cargar y otra vez y otra vez y otra vez! ¿Adónde está? ¡Te digo que me digas adónde está! ¿La escondiste o

LA CORNETA AMARILLA

Al fin mi sueño se hizo realidad, ser un escritor reconocido. Fui invitado a participar con alguno de mis cuentos en el libro Peces con Alas , libro donde participaban escritores de toda Latinoamérica. Me puse a escribir inmediatamente y les mandé seis cuentos, los consideraron muy buenos y ahora estaban allí, entreverados con el resto de grandes escritores de toda América. La presentación es hoy, veinte de marzo, en la Vieja Guarida , emblemático boliche de Buenos Aires, ubicado en el barrio el Abasto, sobre la calle Guardia Vieja, que presenta una infinidad de boliches, de gente que va y viene, de luces que apenas alumbran, anaranjadas, azules, frentes pintados de negro, de rojo, de puertas abiertas invitando a entrar. La gente también es distinta y las mujeres de polleras cortitas, son hermosas, simpáticas y caras. A la altura del treinta, el boliche Vieja Guarida es el preferido de los artistas. Allí se hacen presentaciones de libros, de desconocidos músicos, de cuadros pintado